Sorghum spp

21 de septiembre de 2011

Fecundación del Sorgo

Las plantas autógamas son aquellas que se reproducen sexualmente por autofecundación. La autogamia puede deberse a un mecanismo floral de cleistogamia, por el cual las anteras liberan el polen sobre el propio estigma, que está receptivo, con la flor cerrada. De esta manera se evita la entrada de polen extraño.
Las poblaciones de plantas autógamas consisten, generalmente, en una mezcla de líneas homocigotas. La proporción de polinización cruzada natural dentro de las especies autógamas puede variar de 0 a 5%. En otras plantas no existe este mecanismo floral, las flores se abren, pero la proporción de fecundación cruzada puede ser tan pequeña como en las cleistógamas. Es el caso de las chasmógamas; como la planta de sorgo.
el sorgo produce flores chasmógamas en la base y centro de la panícula y cleistógamas en su extremo bajo condiciones de stress.


En cada ciclo generacional de las plantas reproducidas por autofecundación, la proporción de heterocigosis se reduce en 50%, en tanto, que los homocigotos aumentan en la misma proporción. Así, después de varias generaciones se formaran líneas puras que reproducen sus características a través de las semillas, es decir, que dentro de una línea pura no existirá variación, debido a que ha alcanzado la homocigosis.

19 de septiembre de 2011

Centro de origen del Sorgo

Su registro histórico a nivel mundial se remonta aproximadamente a los 2.000 años antes de la Era Cristiana. Según su origen está científicamente determinado en el Continente Africano y más concretamente en la región centro-oriental, en lo que hoy corresponde a Etiopia y el Sudán. Es allí donde se considera que se cultivó el sorgo por primera vez y en donde se ha encontrado inmensa diversidad de tipos.
Indicios de su presencia física se ha hallado en las tumbas de los faraones de la doceava dinastía y en algunos grabados que se semejan campos de sorgo, en las ruinas de Ninive, ciudad de la antigua Asiría.  Por estos datos podemos deducir que para el 2.200 A.C, el sorgo ya era un cultivo.
Posiblemente llegó a la China en el 1.200 A.C y para 300 A.C, se cultivaba en la India, donde según Plinio, fue llevado a Roma un siglo antes de nuestra era. En la medida en que este cereal se fue adaptando como planta cultivada, el hombre la fue seleccionando de acuerdo con los usos que posteriormente la habría de dar: en los sorgos graníferos se buscó la cantidad y la calidad de sus granos en los dulces, un alto contenido de azúcar en sus tallos y una máximo conveniencia como forraje.
Durante los siglos VXVII Y XVIII, los esclavos provenientes del África trajeron consigo al continente americano semillas de este material. Sobre la larga historia de este cereal existe un detalle curioso.  La semilla de variedad Giant Milo o Millo Gigante, que se esparciera por primera vez en el estado de Carolina del Sur (U.S.A), procedía de Barranquilla y es muy probable que sea el mismo recurso germoplásmico que siembran algunos ganaderos del Atlántico como forraje y cuya semilla sirve para la elaboración de la “Alegría”.
Su presencia como cultivo comercial en Colombia, data exactamente del año 1.957, cando la compañía Purina Colombiana S.A. trajo los primeros cultivadores   (R-10, R-12 y después el A-14), materiales provenientes de Rhoenix, Arizona.

Banco de germoplasma de Sorgo

                                       


El principal banco de germoplasma es el Centro Internacional de Investigación de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiáridas (ICRISAT). El gran tamaño de la colección de variedades locales de sorgo mantenida por el ICRISAT condujo a la creación de una colección básica. El concepto central de recogida se ha utilizado para definir un conjunto limitado de accesiones derivado de una colección de germoplasma existente, elegido para representar el espectro genético de toda la colección.

Otro banco de germoplasma del sorgo se encuentra en Argentina en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); y tiene como nombre "Recursos Genéticos - Banco Activo Sorgos". Este proyecto tiene como objetivo; preservar la variabilidad genética del germoplasma de sorgo mediante su regeneración, caracterización, evaluación, documentación, distribución e intercambio.